EL TIEMPO...
Así es, esta semana he perdido el tiempo, porque la báscula no se ha movido ni arriba ni abajo. Con mis "pruebas" por ver que era más efectivo si la dieta o el ejercicio, no he podido aclararme mucho, esta semana me he "saltado" en varias ocasiones la dieta y en cuanto al ejercicio, pues ha sido una semana muy light, sólo he practicado deporte el martes, el jueves y el sábado.
Veamos, el balance es este:
-Hago 5 comidas diarias, al cabo de la semana son 35 comidas de dieta.
-Me he saltado la dieta en 4 comidas (3 cenas y la comida del sábado), a excepción del sábado que me salté la dieta a conciencia (paella, coca-cola, picoteo y trozo de pastel) en las 3 cenas en las que no me ceñí a la dieta no hice ninguna barbaridad, aunque es verdad, no fueron cenas de dieta de adelgazamiento, más bien eran loquecualquierserhumanopuedecenarensucasa, nada del otro mundo... Concretando: 31 comidas de dieta de adelgazamiento y 4 normales.
He practicado deporte 3 días:
-Martes: 30 minutos de carrera contínua + 15 minutos de técnica de carrera (exigente) + estiramientos.
-Jueves: 30 minutos de carrera contínua + 4 rondas de escalera + rampa (escaleras del Parque de Cabecera frente al lago de los patos, por si las conoceis... hay un buen tramo de subida, llegada hasta el final de las escaleras seguir el camino de madera, bajada por el otro tramo de escaleras y corriendo a subir la rampa que hay al lado, bajar la rampa, bajar pulsaciones y vuelta a empezar... así cuatro veces... uffff!!!) + abdominales + flexiones + estiramientos.
-Sábado: V Volta a peu nocturna por la Feria de Muestras. Casi 6 kilómetros, mucho calor, mucha gente y muy buen ambiente...
Con todo esto, cuando llegó el día de pesarme sabía que no habría perdido mucho, pero medio quilito si que esperaba, ¡la verdad!.. pues inicié mi ritual de pesarme y aquí os copio textualmente lo que dice SandeeA, en una entrada de su blog La receta de la felicidad, porque sinceramente el día que lo leí pensé: esta chica me ha estado expiando -toda mi vida- mientras me pesaba...
Me subo. Unos segundos de intriga, mientras la maquinita hace sus cálculos y…
Si he disminuido de peso (Bieeeeeeeeeeeeeeeeeeen!), me bajo
rápidamente, antes de que el aparatito cambie de idea (a veces cuando
estás un rato arriba empiezan a bailar los números arriba y abajo).
Empiezo el día feliz y con la sensación de que la báscula es un invento
maravilloso e infalible que hace un gran bien a la Humanidad.
Si en cambio, he engordado… entonces empieza el espectáculo. Primero
me subo y me bajo varias veces, para comprobar que no ha sido un error.
Pues, no, la maquinita sigue insistiendo en que he engordado medio kilo…
Luego empiezo a pesarme de distintas maneras: pongo más peso sobre un
pie, me peso en la parte de delante de la báscula, me peso en la parte
de detrás, subo los brazos, aprieto los músculos…Un sinfín de maniobras a
ver si consigo bajar el dichoso medio kilo. Con este método como mucho
consigo bajar 100 g, creo que básicamente por lo que trabajo en este
rato.
A todo este trajín de subir y bajar de la báscula yo sólo añadiría un poco de porno, es decir, me desprendo de toda prenda que pueda llevar, ya sabéis que los aros del sujetador son metálicos... no vaya a ser eso lo que me hace pesar de más claro... y la "pinza" del pelo... pues también... fuera... que las hacen de "plomo" a las condenadas... si a veces hasta aguanto la respiración y meto tripa, ¡como si fuera a servir de algo!
En fin, las personas que como yo llevan toda su vida haciendo dieta, subiendo y bajando de peso, entenderán perfectamente todo este ritual... incluso tendrán el suyo propio, ¿verdad?
Pero sigo... sin prisa pero sin pausa... con buena gente acompañándome en mi camino... si ves que me salgo... me das la mano y me acompañas un ratito... luego, yo ya sigo.